lunes, 8 de noviembre de 2010

Conciertos

Las cosas no siempre salen como las planeas, por eso, en ocasiones, es mejor no planearlas en absoluto.
Este fin de semana ha sido bastante absurdo y memorable, toda una experiencia en muchos sentidos, y no todos buenos. Pero mi optimismo siempre sobrepasa los malos momentos y estos se sitúan en segundo plano cuando los buenos son, como en este caso, un concierto increíble.
Hacía mucho tiempo que Linkin Park no me llamaba como banda, y si es verdad que sus últimos trabajos no pueden compararse con el grandísimo Meteora su directo no tiene nada que envidiar a los de antaño. Hoy puedo decir que Chester y los suyos han vuelto a conquistar mi corazón. Que salieran dos horas antes del comienzo del concierto, sin el escenario montado, simplemente porque les apetecía tocar realmente me llegó al alma. El concierto ''real'' vino después, y aunque (maldito sea el bus de vuelta) tuviésemos que irnos antes del final, saltamos, gritamos, cantamos y peleamos por respirar al son de Faint o Numb.
Qué decir de 30 Seconds to Mars, ya tengo comprada mi entrada para Diciembre, y después del domingo me alegro de que sea así. Impresionante el Señor Leto en directo, una voz increíble y con el público genial, y eso que era su primera vez en España.
De lady Perry tengo poco que decir, me decepcionó un poco que no saliera al escenario vestida de ornitorrinco la verdad, pero fue entretenido y la parafernalia con los fuegos artificiales y demás estuvo bastante bien.
Lo matador de esto son las vueltas a casa, ya estemos hablando de volver de fiesta desde Malasaña el sábado o del viaje en bus de vuelta para Salamanca, con los pies doloridos, mucha hambre y más sueño que una marmotilla.
Pero como todo, lo bueno también se acaba, ahora solo quedan las tropecientas fotos hechas y el recuerdo de las locuras cometidas.

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